Tapa dura, 117 págs.
En sus 90 años de vida, María Consuelo nunca tocó un cigarrillo, una pipa ni se fumó un “pollo”. Su primer acercamiento a la marihuana fue como paciente de cannabis medicinal, lo que representó un reto tanto para ella como para sus cuidadores. Su doctor nos advirtió que los pacientes de Alzheimer suelen tener dificultades para adaptarse a actividades nuevas, así que después de tratar sin suerte todos los productos disponibles en los dispensarios locales, decidimos hacer infusiones de cannabis para sus meriendas y comidas favoritas. Empecé con un limber de coco y así fue como, poco a poco, día a día, pudimos integrar el cannabis medicinal en su dieta. No hay que reinventar la rueda, sino más bien adaptar recetas que pueden brindar el poder sanador del cannabis medicinal, ya sea para consumo personal ya sea para tratar la enfermedad y/o dolencias de un ser querido.